Esta semana os traigo una receta muy fresquita, ya que estos días parece que se acerca la primavera y apetece tomarse algo más ligero, como esta cheesecake que se derrite en la boca. Empecé a elaborar esta tarta hace un año, porque estaba buscando la forma de hacer una cheesecake que estuviera rica y no llevase muchos lácteos. Mi inspiración fue esta receta de Life Made Simple en la que hace mini cheesecakes horneados de coco y lima, pero quería que fuese fresquita. Así que, partiendo de una receta de cheesecake sin hornear, cambié la nata por leche de coco cremosa que encontré en un supermercado de productos asiáticos. Esta leche lleva un 81% de extracto de coco, pero podéis usar cualquiera con un mínimo de 60% de extracto de coco. La cantidad de extracto nos viene bien si queremos montar crema de coco, sí, ¡como si fuera nata! Pero esto ya lo explico en esta otra entrada.

La combinación de coco y lima resulta deliciosa, todos los que han probado esta tarta han quedado encantados y es porque resulta muy ligera, perfecta para tomar como postre.
La receta os da para una tarta de 15 cm de diámetro, en mi caso he usado un molde de layer cake desmoldable de Master Class.
Recientemente, he hecho una versión más sencilla de esta receta con la que no hace falta usar el horno y que podéis ver en esta entrada: cheesecake de lima y coco sin horno.
Cheesecake de coco y lima
Plato: TartasDificultad: Media6
raciones2
horasPara un molde de 15 cm de diámetro.
Ingredientes
- Para la base sablée de coco
45 gr mantequilla pomada
15 gr azúcar
15 gr huevo
23 gr coco rallado
60 gr harina de trigo tamizada
30 gr mantequilla fundida (para hacer la base de la tarta)
- Para la cheesecake de coco
160 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
200 gr leche de coco (mínimo 60% de extracto de coco)
46 gr azúcar
2 hojas de gelatina
- Para la crema de lima
100 gr azúcar
100 gr huevos
40 gr yemas
2 limas (ralladura + zumo)
1 hoja de gelatina
40 gr mantequilla
Colorante alimentario en pasta o gel (para darle el color lima)
- Para decorar
Rodajas de lima
50 gr queso crema
1 cda azúcar glace tamizado
Aroma de coco
Elaboración
- En primer lugar, preparemos la base de la tarta. Mezclamos la mantequilla pomada con el azúcar con unas varillas hasta que nos quede esponjoso, seguimos batiendo y le añadimos el huevo.
- Finalmente, agregamos el coco rallado y la harina tamizada. Amasamos un poco con las manos y cubrimos la masa con film transparente para refrigerarla durante 1 hora. Si no tenéis tiempo, podéis hacer la base machacando unos 75 gr de galletas digestive y mezclándolas con coco rallado y mantequilla fundida.
- Una vez la masa está fría la extendemos con un rodillo sobre papel vegetal, como si fuera una galleta gigante, y horneamos a 220ºC durante unos 8 min o hasta que los bordes estén doraditos.
- Esperamos a que la galleta se enfríe, lo trituramos en una picadora, le añadimos la mantequilla fundida y mezclamos bien con las manos.
- Vamos a cubrir la base de un molde con esta masa, así que debemos presionarla un poco con los dedos o con la base de un vaso para que quede lo más compacto posible y contenga bien el relleno que añadiremos después. Para que quede más bonita al desmoldarla, he puesto acetato en las paredes del molde, esto hará que quede lisa y no se pegue.
- Para hacer el relleno, ponemos en agua fría las hojas de gelatina y vertemos en un cazo el resto de ingredientes. Ponemos el cazo a calentar a fuego medio-alto sin que hierva, para que no se pegue, y removemos con unas varillas hasta que quede todo integrado.
- Retiramos el cazo del fuego, escurrimos bien la gelatina y se la añadimos a la mezcla para que se funda con el calor. Para poder poner un poco de crema de lima en el interior primero vertí la mitad del relleno en el molde y lo metí en el congelador. Reservamos el resto y, mientras, preparamos la crema de lima. Podéis saltaros este paso y rellenar con toda la mezcla, congelar y luego verter la crema de lima encima.
- Para preparar la crema de lima, primero ponemos en remojo en agua fría la gelatina.
- Dejamos preparado un cuenco limpio con un colador encima, que usaremos más tarde. Después, batimos los huevos, las yemas y el azúcar y añadimos esta mezcla en un cazo junto con el resto de los ingredientes salvo la mantequilla, la gelatina y el colorante.
- Vamos a cocer la mezcla al baño maría, para poder controlar la temperatura mejor, ya que debemos llegar a los 84ºC sin sobrepasarlos, porque se nos cuajaría el huevo. Removemos constantemente con una espátula de silicona, sin batir y veremos como espesa. Si tenemos un termómetro, llevamos la mezcla a los 84ºC. Si no disponemos de uno, la mejor forma es observar como va espesando la crema, hasta que alcance el punto de napaje, esto es que al sacar la espátula de la crema vemos como se forma una capa en ella, si pasamos el dedo se quedará la marca y no se escurre. Si se pega un poco en el fondo no hay problema. Vertemos la mezcla sobre el colador para eliminar posibles grumos y dejar la crema lo más fina posible.
- Le añadimos la gelatina hasta que se funda y el colorante alimentario para darle un tono lima. En mi caso usé colorantes en gel Wilton azul y amarillo, os recomiendo que vayáis añadiendo poco a poco hasta conseguir el tono deseado.
- Cuando la crema alcance los 40ºC le añadimos la mantequilla y mezclamos con una espátula de silicona para que se funda poco a poco, ésta le dará más brillo, textura y mejor sabor.
- Sacamos el molde que teníamos en el congelador con la mitad del relleno y le echamos por encima un poco de crema de lima, como si fueran salpicaduras, vertemos encima el resto del relleno y volvemos a reservarlo en el congelador media hora.
- Pasado este tiempo, vertemos la crema de lima por encima con cuidado y congeláis la tarta. En caso de que veáis que la crema se empieza a gelificar demasiado, la ponéis al baño maría, sobre un radiador o cualquier fuente de calor que no sea muy fuerte, para que vuelva a estar cremosa. Si en el paso 3 habíais echado la totalidad del relleno solo tenéis que verter la crema de lima encima y congeláis la tarta.
- Una vez que la tarta tenga al menos los bordes congelados la desmoldamos y le quitamos la tira de acetato.
- Para decorarla he mezclado queso crema con azúcar glace y aroma de coco, añadimos los ingredientes en un bol y batimos unos segundos hasta que tenga una consistencia cremosa. Ponemos la crema en una manga pastelera y decoramos al gusto, usando rodajas de lima le damos un toque fresco y de color.
Notas
- Si no tenéis tiempo, podéis hacer la base machacando unos 75 gr de galletas digestive y mezclándolas con coco rallado y mantequilla fundida.
Me gusta mucho hacer tartas individuales con esta receta, quedan muy monas, hasta podéis hacer vasitos usando galletas o bizcocho. En mi
caso, no congelé la tarta que veis en esta receta y por eso la crema no está del todo gelificada, ¡ya que se me iba la poca luz que necesitaba para hacerle fotitos!! Pero podéis ver qué bien queda en esta otra foto.

¡Hasta pronto! 😛
Tiene buena pinta! Hay que probar esa tarta.
Doy fe de que está buenísima!