Hoy os traigo una cheesecake que no es para todos los paladares, pero que os gustará si como yo soy amantes de té verde matcha. Aprovechando el color verde del té he querido hacer una especie de jardín dulce decorado con flores hechas con mini nubes de azúcar. La parte superior es una crema de mascarpone como la que se usa en el tiramisú y creo que combina muy bien con el sabor del té matcha, porque hace que la tarta sea más cremosa.
Por si no lo conocéis, el té verde matcha es una variedad que se hace moliendo las hojas de té hasta obtener un polvo fino, de ahí su color verde. Los beneficios que aporta son similares a los del té verde común, aunque posee una mayor cantidad de antioxidantes, además regula los niveles de colesterol, depura el organismo y posee minerales, vitaminas y taninos. Una propiedad especial del té matcha es que ayuda a mantener altos los niveles de concentración, al mismo tiempo que reduce el estrés sin producir sueño. Así que si no eres de tomar café por las mañanas, un té matcha puede ser una buena alternativa para mantenerse despierto. Puedes leer más sobre el té matcha en esta entrada.

El té verde matcha que compro es este que podéis encontrar en Amazon y tiene buen sabor. Tengo una receta de trufas de té verde matcha en el blog que podéis ver en este enlace.
Receta de Cheesecake de Matcha
Con esta receta os saldrá una tarta de 15 cm de diámetro, suficiente para unas 8 raciones. Si no tenéis tiempo de hacer la masa de galleta para la base podéis comprar galletas tipo Digestive y triturarlas con un poco de mantequilla fundida.
Matcha cheesecake
Plato: Tartas, Tartas sin hornoDificultad: Media8
raciones45
minutos12
horasLa base también se puede hacer con galletas tipo Digestive trituradas y un poco de mantequilla fundida.
Ingredientes
- Para la base
63 gr harina de trigo floja tamizada
25 gr almendras molidas
50 gr azúcar moreno
50 gr mantequilla pomada
- Para el relleno de matcha
200 gr queso batido quark
160 gr nata para montar
70 gr azúcar moreno
10 gr té verde matcha tamizado
30 gr agua caliente (80ºC)
2 hojas de gelatina hidratadas
- Para la crema de mascarpone
2 yemas de huevo
170 gr queso mascarpone
2 claras de huevo
40 gr azúcar glace tamizado
- Para decorar
Té verde matcha para espolvorear
Mini nubes de azúcar (rosas y blancas)
Elaboración
- Para la base
- Mezclamos la mantequilla pomada (la sacaremos de la nevera 15 minutos antes de preparar la receta para que se ablande un poco) con el azúcar moreno hasta que obtengamos una crema y le añadimos las almendras molidas y la harina tamizada, mezclamos hasta que se combine todo.
- Desmigamos la masa sobre una bandeja de horno con papel vegetal y refrigeramos durante 20 minutos. Mientras, precalentamos el horno a 170ºC con calor arriba y abajo. Sacamos la bandeja de la nevera y horneamos durante 12 minutos a 170ºC. Dejamos enfriar.
- Ponemos los trozos de galleta en una trituradora para romperla.
- Colocamos un disco dorado o una base a un molde de 15 cm de diámetro, le ponemos una tira de acetato en las paredes y cubrimos la base con la galleta triturada, podemos ayudarnos de un vaso pequeño o la mano de un mortero para apretar bien la base y mantenga la forma al desmoldarla.
- Introducimos el molde al congelador durante 30 minutos.
- Para preparar el relleno de queso y matcha
- Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría.
- En un cazo calentamos la nata y el azúcar moreno sin que hierva, removemos para disolver todo el azúcar y le añadimos la gelatina hidratada escurrida. Reservamos en la nevera.
- Por otro lado, mezclamos el té verde matcha tamizado con el agua caliente a 80ºC y removemos bien hasta que se disuelva. Refrigeramos hasta que esté tibio y le añadimos el queso quark, mezclando bien para que no queden grumos. Cuando la mezcla de nata, azúcar y gelatina que teníamos en el cazo esté tibia le añadimos la mezcla de queso y matcha, integrando todo bien hasta que quede homogéneo.
- Sacamos el molde que teníamos en el congelador y vertemos el relleno de matcha sobre la base de galleta. Refrigeramos durante 12 horas.
- Para preparar la decoración
- Al dia siguiente, preparamos las flores que van a decorar la tarta. Cogemos un nube por uno de los extremos y con unas tijeras finas de costura o manualidades vamos haciendo cortes desde el centro hacia afuera (4-5 cortes máximo). Con los dedos abrimos un poco el centro con cuidado y pellizcamos los extremos de cada “pétalo”. Cogemos la nube por la parte posterior y la pellizcamos entre dos dedos para hacer una especie de tallo, si no nos gusta podemos cortarlo directamente. Repetimos el proceso tantas veces como flores queramos para nuestra tarta. Reservamos en un tupper para que no se resequen.
- Para preparar la crema de mascarpone
- Por un lado, mezclamos las yemas de huevo con el queso mascarpone en un bol y batimos hasta que quede cremoso.
- Por otro lado, montamos las claras de huevo hasta que comience a aparecer una espuma blanca, añadimos el azúcar glace tamizado y seguimos montando hasta que obtengamos un merengue casi firme, es decir, cuando levantemos la varilla tiene que curvarse un poco (se le llama punto “pico de pájaro” porque la curvatura se parece a un pico). Añadimos la mezcla de crema de mascarpone y yemas al merengue y mezclamos con cuidado hasta que quede homogéneo.
- Sacamos el molde de la nevera, desmoldamos la base y le quitamos la tira de acetato. Introducimos la crema de mascarpone en una manga pastelera con una boquilla redonda grande y escudillamos la superficie de la tarta haciendo líneas rectas.
- Espolvoreamos con té verde matcha y decoramos con las flores de nubes para que le de un poco de contraste.
Notas
- La tarta tiene que estar refrigerada porque tiene huevo crudo. Consumir en 2 días.
¡Besitos!